Ufff… entiendo el sentimiento. Pasé por algo parecido. Cuando estaba por graduarme me sentía como que había simplemente caído en una carrera por presiones familiares y circumstancias, veía la vida que se me venía por ejercerla, y simplemente aborrecía la idea.

Una de mis mejores amigas estudió pedagogía y ahora se dedica al diseño instruccional (hacer contenido para cursoso online). Era buena pa aulas, pero no le daba la energía pa estar encima de todo o ser la vieja pesá. Conozco otro gallo que estudió lo mismo que hace consultorías para capacitaciones y ese tipo de cosas.

A lo que voy es que la pedagogía no necesariamente implica aulas y las carreras no son una condena de por vida. Son más bien una herramienta. Se pueden aplicar a hartas cosas. :)